Todo el cuerpo se cura a sí mismo. Al igual que un corte en la piel, los tendones, músculos, ligamentos y otros tejidos conectivos sanarán y repararán por sí solos si se detiene (descansa) las actividades que causan los desgarros. Esto se aplica a las lesiones de rodilla, a excepción de los desgarros completos. Si se rompe un músculo o tejido conectivo, es posible que se requiera cirugía para volver a unir músculos, tendones y ligamentos o para extraer el cartílago desgarrado. Se pueden realizar resonancias magnéticas para determinar el alcance de su lesión y determinar si se requiere cirugía.
Si la articulación de la rodilla no está en su posición adecuada, los tendones, músculos y ligamentos atraparán la articulación en una posición no óptima y el dolor continuará o empeorará. Debido a las propiedades de autocuración del cuerpo, alinear adecuadamente la articulación de la rodilla durante el proceso de autocuración puede ser el elemento más importante de su fisioterapia.