La columna vertebral está formada por vértebras espaciadas que están separadas por discos invertebrales y cartílago espinal que pueden estrecharse a lo largo de las décadas de vida y ejercer presión sobre la médula espinal. Esta presión puede hacer que los nervios que irradian desde la columna vertebral se desplacen hacia abajo y hacia afuera hasta las piernas y los brazos.
La estenosis espinal ocurre principalmente en personas mayores de 55 años, pero puede ser un síntoma de cualquier actividad que cause una compresión de los discos entre las vértebras de la columna vertebral. Las hernias discales, un tumor, cualquier lesión relacionada con el deporte, las lesiones por accidentes automovilísticos u otras lesiones pueden eventualmente conducir a la estenosis espinal.
Hay cuatro o cinco síntomas específicos a los que hay que prestar atención para determinar la estenosis espinal. Los más frecuentes son dolores agudos que bajan por la pierna y se irradian desde la parte baja de la espalda o los glúteos. Otro síntoma es el dolor al estar de pie o al caminar. El síntoma más grave que se presenta en los adultos mayores es la pérdida del control de los intestinos o la vejiga.